PREVENCIÓN
Todos los especialistas, tanto en medicina como en educación, siempre nos recomiendan vigilar las cabezas de nuestros hijos, ya que cualquier niño puede coger piojos y cuanto antes lo detectemos, antes acabaremos con ellos. Así que es recomendable revisar sus cabezas meticulosamente, ante una ventana con mucha luz, al menos una vez por semana, especialmente los niños que son más propensos.
Es recomendable que los niños lleven pelo corto. Las niñas deberían llevar el pelo recogido en coletas, trenzas o diademas. De esta forma lo que se evita es el contacto del pelo de los niños cuando juntan sus cabezas para jugar o estudiar, recordar que los piojos no vuelan ni saltan, se contagian con el contacto directo. Por supuesto, nada de compartir gorras, cascos, adornos de pelo, etc... El uso de colonias o gominas también es recomendable, ya que hace la cabeza poco atractiva para el piojo.
TRATAMIENTO
En cuanto nos damos cuenta de que nuestros hijos tienen piojos, lo primero que debemos hacer es aprender cuáles son los ciclos de vida de los piojos y las liendres, cuanto más conozcamos sobre ellos, antes podremos vencerles. Además deberemos mantener una actitud disciplinada y no confiarnos en ningún momento.
En primer lugar debemos revisar las cabezas de toda la familia para tratar a la vez a todos los miembros de la familia que tengan piojos, todos al cuarto de baño. Y también avisar en el colegio o a los amigos con los que el niño haya estado en contacto, para que, en caso de contagio, el resto de familias tenga la oportunidad de atajar cuanto antes el problema.
A continuación debemos matar al piojo. Cada vez más, recomiendan el uso de productos naturales, ya que los pediculicidas se han usado demasiado y los piojos cada vez son más resistentes a los insecticidas químicos. En nuestro caso, como nuestros hijos tienen tantos problemas de alergias en la piel, siempre nos hemos decantado por Paranix, siguiendo las instrucciones del producto al pie de la letra en cada miembro familiar con piojos. No se puede salir del cuarto de baño hasta estar completamente seguro de que todas las cabezas están libres de piojos, de las liendres nos encargaremos más tarde.
Inmediatamente después debemos eliminar posibles liendres o piojos que se hayan quedado en ropa o cualquier otro lugar que haya estado en contacto con las cabezas. Para ello cogemos todas las sábanas, toallas y ropa que haya estado en contacto con las cabezas infestadas y se meten en la lavadora a 60º ó mejor aún 90º. Los peluches y ropa delicada que no pueda lavarse con agua tan caliente se introduce en una bolsa y se deja en la terraza o galería en cuarentena durante dos o tres semanas. Los sofás, las sillas de los coches o cualquier otro lugar que haya estado en contacto con la cabeza deberá limpiarse también, a ser posible con un aspirador.
Ahora queda terminar con las liendres, ya que los productos naturales no suelen acabar con los huevos y es posible que los productos químicos también se hayan dejado alguno vivo. Se mezcla 100 ml de suavizante con 10 gotas de aceite de árbol de té y se aplica un montón de suavizante sobre la cabeza del niño. Con el suavizante en la cabeza se pasa la lendrera y veréis que los huevos se van desprendiendo del pelo. Esta operación se repite diariamente durante diez o quince días. Y por último utilizábamos el tratamiento de vinagre cada dos o tres días, lo que ayuda a desprender también más liendres, se calienta vinagre de manzana y agua a partes iguales y se distribuye generosamente por todo el cabello, se deja actuar durante media hora y después se utiliza la lendrera para desprender los huevos, a continuación se vuelve a lavar el pelo con el suavizante.
Normalmente, los productos que se utilizaron inicialmente para matar a los piojos, suelen recomendar a los diez días volver a aplicar el tratamiento por si alguna liendre hubiese quedado viva y hubiese nacido algún piojo hembra, ya que no empiezan a poner huevos hasta convertirse en adulto, así tenemos la oportunidad de acabar con el piojo antes de que empiece de nuevo a llenar la cabeza de liendres.
Si a los quince días no ha reaparecido ninguna liendre, podemos dar por finalizado el tratamiento, pero aún así, nosotros hemos continuado con el uso de la lendrera durante algún tiempo, por si algún amigo o familiar no hubiera tratado correctamente los piojos y los niños sufrieran un nuevo contagio.
Por si queréis aprender más sobre los piojos, a nosotros no resultó realmente útil la información que encontramos en MadresContraPiojos y también en PiojosYLiendres.
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