A los niños les encanta elegir el tema de su fiesta de cumpleaños, hoy os vamos a contar la fiesta de dragones que preparamos el año pasado para unos 20 niños. La celebración debe realizarse en una zona amplia, al aire libre si el tiempo lo permite, para poder preparar todas las pruebas.
La historia se trataba de que unos dragones habían venido volando y se habían llevado la piñata de la fiesta de cumpleaños. Para recuperar la piñata sólo había una forma y es que todos los niños se convirtieran en dragones. Para ello tendrían que superar tres pruebas:
En la primera prueba se trataba de recoger los huevos de los dragones y llevarlos al nido. Se juntaban por parejas y se les ataba una pierna a cada uno. Cada pareja debía coger un globo sin tocarlo con las manos y trasladarlo hasta la zona del nido. Una vez que todos los participantes conseguían superar la prueba, se les ponía a todos el cuerpo del disfraz de dragón.
En la segunda prueba se trataba de conseguir agua para el poblado de dragones. Para ello dos adultos se ponían en dos puntos separados por unos cincuenta metros. Los niños debían trasladar el agua en vasos de plástico desde un punto donde estaba un adulto llenando los vasos hasta otro donde se encontraba el cubo que debían llenar de agua. Una vez que todos los niños llenaban el cubo de agua conseguían la cinta con las orejas del disfraz.
Por último debían superar la prueba de velocidad y obstáculos. Para ello un montón de adultos se ponían las caretas de dragones en mitad de una explanada, los niños debían cruzar la explanada sin que les pillaran los dragones mayores. Si les pillaban debían volver otra vez a la salida e intentarlo de nuevo. Cuando todos los niños conseguían llegar al otro lado, se les entregaba la corona del dragón.
Una vez todos se habían convertido en dragones, debían buscar la piñata, que estaba escondida en un árbol. Y luego a merendar una riquísima tarta de dragón, no quedó ni una migaja.
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