Este año vamos a intentarlo. Vamos a plantar girasoles. Es una flor preciosa de un color asombrosamente brillante. Además es grande, y tenemos entendido que germina muy rápido, le crece un tallo largo con la pipa en la punta y después crece la flor, por lo que parece divertida para los niños, ya que pueden ver cómo va creciendo sin esperar demasiado.
Las semillas del girasol son pipas sin ningún tipo de tratamiento: Sin tostar, sin sal, sin pelar... Yo las compré en un puesto del Mercado Central en el que vendían comida para animales y otros tipos de semillas. Tuve la enorme suerte de que la tendera era una experta en girasoles, así que me dio las pautas: Se debe plantar en esta época, es decir, a principios de primavera para que la flor salga en verano. A una profundidad de unos 7cm. La flor es más grande cuanto más espacio le demos a la raíz, así que conviene ponerlas en macetas grandes (una semilla por girasol), o en tierra a una distancia entre semillas de unos 30-40cm. No hay que transplantar, parece ser que al girasol no le gusta nada que le cambien de maceta. Hay que protegerlos del viento, o cuando el tallo empiece a salir reforzarlo con un palo (los jardineros se llevarán las manos a la cabeza si me oyen llamarlo palo, seguro que tiene otro nombre). Evidentemente, muchísimo sol. Y también mucha agua.Si pensamos comernos luego las pipas hay que utilizar un abono apropiado ¿Os animáis?
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