El arroz inflado casero es muy fácil de hacer, aunque requiere bastante tiempo. Se puede hacer como aperitivo de un cumple o para alguna excursión de los niños (ya sabemos que les gusta llevar algún aperitivo para compartir).
Conviene utilizar arroz bomba, porque quedará más gordito, pero se puede utilizar arroz normal. Hay que hervirlo durante 25 minutos, es decir, bastante pasado. Después escurrir y dejar secar. Esta es la parte más larga. Para acelerar el secado, nosotros lo metimos en el horno a fuego muy lento (unos 70ºC) durante un par de horas casi, hasta que se secó del todo. Con las manos apretando hay que intentar separar los granos todo lo posible. Después sólo queda freírlo con no demasiado aceite y al sacarlo añadir la sal al gusto cuando aún está muy caliente.
En la foto se puede ver que de aspecto no nos quedó muy
aparente pero estaba buenísimo.
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